La ilustración ha sido un mecanismo de comunicación de primera categoría desde su nacimiento y ha sido aprovechada para tocar temas culturales, sociales, políticos, etc. Muchos emplean esta herramienta para difundir sus ideas, para hacer criticas, mejor dicho: Para ser escuchado (o aun mejor, ser visto).
Este primer proyecto nace de la idea del "cartel social", para así atacar alguna problemática que uno considere relevante, digna de una ilustración. Como colombiano no podía evitar la oportunidad para quejarme de todo lo que pasa en mi amado y repudiado país, pero hablar de paracos, guerrillos, basuras, tombos, Uribe, Santos, Pastrana blablabla, ya se siente algo torpe. ¿No sera que el problema de Colombia somos los colombianos?
Se acercan las elecciones, primero cámara y representantes, luego las presidenciales, es un buen momento para hacer uso de la tan preciada democracia que cada vez es mas irrisoria en nuestro país. ¿Por que? Sencillo: no nos gusta votar, nos da pereza ir a la urna,
que fastidio levantarme de la cama, e ir a ejercer mi derecho, no puedo sacrificar mi mañana con Jota Mario por ir a rayar papelitos... bueno, por un tamal con chocolatico, lo pensaría, es mas, voto por el que usted me diga.
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SOBRE EL CARTEL:
Considero que siempre que se habla de cambios sociales debemos pensar en el papel que tenemos los jóvenes, un cambio de pensamiento no se genera de la noche a la mañana, debemos pensar siempre a largo plazo, siempre a futuro. Por eso el cartel esta pensado para el espectador joven. Por esta razón el pequeño humor en el cartel, el estilo cartoon y la aparente "falta de seriedad".
En el cartel no se habla de ningún partido político, no hay colores que lo lleven a uno a pensar en rojo-liberal, azul-conservador o amarillo-polo. No existe ningun candidato, solo existe el mensaje.
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